Financiamiento para la descarbonización: experiencias en América Latina

Representantes de la región en materias de política climática y actores clave en temas de financiamiento climático intercambiaron experiencias sobre aspectos relevantes para la implementación de metas climáticas a largo plazo, considerando los flujos financieros y la movilización de fondos en cada país.

Bruselas, 12 de julio de 2022. ¿Cómo se preparan los países latinoamericanos para la implementación de las estrategias climáticas a largo plazo, desde el punto de vista del financiamiento? Expertos en política y financiamiento climático de la región se reunieron en torno a esta pregunta en el taller “Financiamiento para la descarbonización en América Latina”, organizado por el programa EUROCLIMA+, a través de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), en conjunto con 2050 Pathways Platform. En el encuentro se revisaron  diversos enfoques para el financiamiento de las metas a largo plazo en la región, el rol de la banca multilateral y bilateral en la implementación de estrategias de largo plazo, y las experiencias de Chile, Costa Rica, Uruguay y Colombia en orientar los flujos financieros a los objetivos de largo plazo en los países.

Ya son varios países en la región que están preparando sus Estrategias Climáticas de Largo Plazo (ECLP), y esto requiere reconocer las implicancias para actores y sectores clave que serán parte central de las transformaciones necesarias para la descarbonización en América Latina. Estas transformaciones estarán sustentadas por inversiones de gran escala, y la pregunta es de dónde vendrán estas inversiones. En este intercambio buscamos identificar las posibles fuentes de financiamiento, pero además reconocer la importancia de los marcos de políticas habilitantes, las consideraciones macroeconómicas y ajustes fiscales en los países que permitan redirigir los flujos de financiamiento público y privado, consistentes con objetivos de largo plazo, así como conocer el papel de la banca de desarrollo para movilizar el financiamiento climático orientado a la descarbonización en América Latina”. Claudia Cordero, asesora regional GIZ /EUROCLIMA+

El encuentro inició con la intervención de Marcela Jaramillo, Asociada Senior de  2050 Pathways Platform, quien expuso sobre las principales tendencias en la implementación de estrategias a largo plazo y destacó que para que estas puedan atraer financiamiento internacional, es relevante que transmitan con claridad cuáles serán sus sectores y subsectores prioritarios, las tecnologías que se utilizarían para la descarbonización y adaptación, el ritmo de la descarbonización en toda la economía, los riesgos de carbono lock-in identificados, y que los objetivos estén alineados para apoyar un desarrollo económico sostenible con  transición justa y reducción de la pobreza.

Por su parte, Adrien Vogt-Schilb, economista senior del Banco Interamericano de Desarrollo (BID),  presentó aspectos clave del estudio “Cuánto costará lograr los objetivos del cambio climático en América Latina y el Caribe?”. Señaló que un desarrollo descarbonizado y resiliente en la región implicaría gastar entre el 7% y el 19% del PIB; equivalente a 470 y 1300 miles de millones de dólares por año respectivamente. Pero no se trataría  de un gasto adicional, sino de gastar diferente, ya que el gasto climático no se puede separar del gasto en desarrollo.  . En ese sentido, es fundamental que los países reorienten los flujos financieros públicos y privados hacia soluciones climáticas para cumplir los objetivos de largo plazo del Acuerdo de Paris De manera que, además de buscar nuevos recursos, el sector público tiene un rol relevante en reformas políticas y regulatorias para reorientar el gasto privado y público.

Las experiencias en países de la región

Desde el Ministerio del Ambiente de Chile, Sandra Briceño, Jefa Departamento de Finanzas Climáticas y Medios de Implementación, de la División de Cambio Climático, presentó la experiencia del país en el proceso de formulación e implementación de su estrategia climática a largo plazo, y de qué manera la recién aprobada Ley Marco de Cambio Climático permite la operatividad de la acción climática en Chile, reconociendo las metas de carbono neutralidad y resiliencia para 2050 establecidas tanto con la ECLP como en las NDC, al mismo tiempo que habilita los planes sectoriales de mitigación y adaptación, como los planes de acción en las regiones del país.

Al respecto, Juan Labat del Ministerio de Ambiente de Uruguay, señaló tres aspectos que caracterizan la operativización de la ECLP en ese país: considerar la estrategia de descarbonización como un documento programático de largo plazo, que permite un desarrollo progresivo de normativa específica, por ejemplo que viabiliza la transición energética; el rol protagónico del ministerio de economía y finanzas a para movilizar financiamiento internacional; y la capacidad de movilizar financiamiento privado para la ECLP, incorporando socios clave como el Banco Central, para promover instrumentos como la taxonomía verde que opertivice los flujos financieros bajo un lenguaje común.

Por su parte, y en el marco del Plan Nacional de Descarbonización de Costa Rica, que busca posicionar al país como una economía descarbonizada y con cero emisiones netas al año 2050, el investigador de la Universidad de Costa Rica, Jairó Quirós, comentó sobre el estudio realizado con apoyo del BID Impacto fiscal de la descarbonización del transporte en Costa Rica y opciones de política para manejarlo”. Para las transformaciones en el sector transporte, una conclusión es que la descarbonización tendrá beneficios tangibles en hogares y empresas al reducir el gasto en materia de combustible. También hay efectos positivos en la economía por mayores ingresos fiscales por la venta de electricidad. De manera que para el periodo 2023-2050, el impacto fiscal anual promedio de la descarbonización del transporte es de -0,4% del PIB que se contrasta con un beneficio financiero anual promedio de 1,48% del PIB. Es decir, el beneficio financiero es 4 veces más grande que el impacto fiscal de la descarbonización. El experto concluyó que es posible hacer ajustes fiscales para eliminar el impacto fiscal y, al mismo tiempo, tratar de preservar los beneficios sobre los hogares y empresas. Ejemplos de estos estudios son útiles para orientar a otros países en los análisis relacionados a consideraciones macroeconómicas y fiscales para la descarbonización.

Desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en Colombia, Erika Ginett Amaya comentó sobre los incentivos para la movilización de flujos financieros, un ejemplo de esto es la reforma tributaria estipulada mediante la Ley Nacional N°1819/2016, estableciendo el primer impuesto verde del país. Este impuesto nacional al carbono, más que un instrumento de recaudación funciona más bien como un incentivo al desarrollo de proyectos energéticos sustentables enfocados a enfrentar el cambio climático. Otro elemento muy reciente dentro de los instrumentos financieros para la acción climática colombiana es la taxonomía verde desarrollada por el Ministerio de Hacienda y la Superintendencia Financiera junto con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Departamento Nacional de Planeación, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística. Dicha taxonomía cubre 10 sectores y 50 actividades económicas y es el referente para determinar cuáles son las actividades que contribuyen a los objetivos de la acción climática del país.

Para comentar sobre el papel de la banca multilateral en la descarbonización, el economista Slim Dali presentó las principales herramientas con las que cuenta la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) para apoyar a los países en la elaboración e implementación de las ECLP, como préstamos presupuestarios de políticas públicas, herramientas no financieras y donaciones. Ejemplos de estas son las realizadas a través del programa EUROCLIMA+; y la Facility 2050 , que permite mantener un diálogo  con las autoridades locales, implementar políticas a corto plazo como las NDC, la planificación de inversiones y la movilización de financiamiento climático; y al mismo, elaborar e implementar la estrategia a largo plazo.

Este taller fue realizado en el marco del apoyo de EUROCLIMA+ a la acción multipaís sobre Colaboración Regional en la transparencia y cumplimiento de Contribuciones Nacionalmente Determinadas y generación de capacidades para Estrategias Climáticas de Largo Plazo, para avanzar conjuntamente en el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París.

Sobre EUROCLIMA+

EUROCLIMA+ es un programa financiado por la Unión Europea y cofinanciado por el gobierno federal de Alemania a través del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), así como por los gobiernos de Francia y España a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. 

El Programa tiene como misión reducir el impacto del cambio climático y sus efectos en 18 países de América Latina y el Caribe, promoviendo la mitigación, la adaptación, la resiliencia y la inversión climática. Para esto se implementa según el “Espíritu del Team Europe” bajo el trabajo sinérgico de siete agencias: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Grupo AFD: Agencia Francesa de Desarrollo (AFD)/ Expertise France (EF), Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente.

Euroclima es el programa insignia de la Unión Europea sobre sostenibilidad ambiental y cambio climático con América Latina. Su objetivo es reducir el impacto del cambio climático y sus efectos en América Latina promoviendo la mitagación y adaptación al cambio climático a la resiliencia y la inversión. 
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