Consulta indígena sobre el reglamento de la ley de Cambio Climático del Perú

09.10.2019 · San José (Costa Rica)

Entrevistamos a Jéssica Huertas, experta en Poblaciones Vulnerables y Género de la Dirección General de Cambio Climático y Desertificación del Ministerio del Ambiente de Perú, sobre la consulta previa del reglamento de la ley marco sobre cambio climático que ha llevado a cabo el Ministerio del Ambiente de Perú con las siete organizaciones indígenas del país, acompañado por el programa EUROCLIMA+.

Perú ha llevado a cabo un proceso de consulta a las comunidades indígenas del país, sobre el reglamento de la ley de Cambio Climático, que ha estado acompañado por el componente de Gobernanza Climática, bajo coordinación de la FIIAPP, dentro del programa Euroclima+. ¿Cuál es la importancia de esta consulta previa y en qué ha consistido?

La consulta previa del reglamento de la ley marco sobre cambio climático es, en primer lugar, un hito importante para el Ministerio del Ambiente, porque es la primera vez que está al cargo de un proceso que implica la opinión vinculante de las siete organizaciones indígenas nacionales. En segundo lugar, es la tercera de las leyes nacionales que han entrado a consulta. Además, este proceso nos permite armar un reglamento con legitimidad y que se consideren las particularidades de los pueblos indígenas, por ser ellos de los principales impactados por el cambio climático, pero también por tener un rol preponderante en la solución frente al cambio climático.

El proceso en sí está reglamentado en la normativa nacional; tiene siete fases consecutivas y obligatorias, las cuales hemos podido acompañar una tras otra. Pero sobre todo es un proceso que es flexible y que tiene todo un enfoque intercultural muy interesante al que le hemos agregado el enfoque de género, logrando que el 60 por ciento de representantes sean mujeres que participan y se informan sobre cambio climático.

Lo interesante de la consulta previa es que, si bien fue una consulta previa al reglamento, al ser el tema de fondo el cambio climático, nos ha permitido llegar a las bases regionales de los pueblos indígenas para hablar sobre cambio climático, sobre adaptación y mitigación, y sobre toda la política que estamos trabajando en el tema.

¿Cómo habéis trabajado con Euroclima+ en este proceso? ¿Cuál ha sido su acompañamiento y apoyo?

Euroclima+ nos ha permitido que este proceso implemente el enfoque intercultural. Además, ha acompañado todo el proceso comunicacionalmente, lo cual nos permite no solamente informar a los mismos pueblos indígenas, sino al resto de la población de cómo el proceso se viene dando.

Otra aportación del programa es el hecho de que este proceso ha implicado grandes movilizaciones de personas, pero también ha implicado procesos pequeños, subprocesos: talleres, logística… que nos acercan a los pueblos indígenas y a sus representantes. Euroclima+ nos ha brindado una asistencia técnica que ha permitido que el proceso se hiciera posible, movilizando a más de 1000 personas y teniendo un informe de cada uno de estos sub-procesos, para poder conocer y obtener lecciones aprendidas, y también, como no, nuevas oportunidades y retos que han surgido de ahí.

¿Cuáles han sido los principales hallazgos? ¿Cuál es la visión de los pueblos indígenas sobre el reglamento?

Creo que el principal hallazgo ha sido constatar que la plataforma climática indígena es algo en lo que los pueblos indígenas quieren involucrarse, para comenzar a hablar de propuestas de adaptación y de mitigación. Eso es algo muy interesante, porque al principio pensábamos que solamente querían estar informados de la política, pero no tener un rol. Por eso una de las cuestiones en las que se ha apoyado a los pueblos indígenas es en que tengan asesores y asesoras para cada una de sus organizaciones durante el proceso de consulta. Esto ha sido de vital importancia, porque las siete organizaciones indígenas tienen un desbalance de actuación en la acción climática. El tener asesoría dentro les ha permitido comenzar a balancear esto, y comenzar a homogenizar los conceptos y las discusiones, no solamente en el plano nacional, sino también dándose cuenta de que hay una discusión en el plano internacional en la que quieren estar involucrados.

Estas organizaciones indígenas ¿a qué grupos o comunidades representan?

Son siete organizaciones nacionales indígenas que representan a todos los pueblos indígenas, tanto andinos, como costeros y amazónicos. Están casi todas las lenguas en las que se hablan, y lo más interesante de estas regiones indígenas, es que si bien algunos son más amazónicos que andinos, hay una combinación entre ellos de cómo trabajan: algunos trabajan con pueblos que están alejados de las ciudades, y otros trabajan con comunidades campesinas que aún siguen identificándose como indígenas.

¿Cuál era su relación con el cambio climático antes de llegar a este proceso? ¿Conocen el Cambio Climático y sus consecuencias?

Antes de empezar este proceso, tenían mucha confusión entre lo que es contaminación ambiental y cambio climático, así que su acercamiento era muy reivindicativo, pero sobre contaminación ambiental. Todavía no tenían claro que el cambio climático es un hecho global que nos va a afectar a todos y a todas por igual, pero que va a tener vulnerabilidades específicas según la particularidad. Esto están empezando a verlo.  

Lo segundo es que no conocían que las políticas de cambio climático son diferentes a las políticas ambientales. Si bien van de la mano, el trabajo es diferente y la acción desde los sectores y gobiernos regionales es diferente. Ellos no conocían nada de esto, ni tampoco cómo podían involucrarse desde su municipalidad, desde su gobierno regional, en las acciones de cambio climático, y ahora lo tiene más claro. Pero creo que todavía falta muchísimo por trabajar, porque muchas de las personas que están en los pueblos indígenas tienen idiomas nativos todavía, y esas traducciones todavía no se han podido realizar. Hemos hecho traducciones en las cinco lenguas más habladas, pero tenemos más de 40 en el país, así que todavía nos falta acercarnos mucho más interculturalmente para que el cambio climático esté en todas las lenguas, en todos los corazones, y en todos los saberes también.

Dado que ha sido la primera consulta previa para el MINAM, como entidad promotora, ¿cuáles consideráis que han sido los principales aprendizajes de este proceso desde lo institucional para el Ministerio?

El primer gran de aprendizaje que hemos tenido, y que ha sido además el más fuerte, es que a nivel de comunicación nunca nos habíamos preocupado más allá de trabajar una sola lengua que era el castellano. Este proceso nos ha enseñado que tenemos que generar una multiplicidad de formas de comunicarnos, que no solo sea en las formas tradicionales, y eso es un reto que recién nos estamos poniendo.

El segundo gran reto que hemos tenido ha sido cuando nos hemos dado cuenta de que este proceso no solamente involucraba al Ministerio, sino también a las organizaciones indígenas. Por eso, cuando hemos solicitado a Euroclima+ el apoyo para los asesores ha sido tan transcendental, porque ha sido parte de una lección aprendida, es decir, es un proceso de dos, no solamente lo lleva el estado.

Otra cosa que nos ha parecido importante es que nunca habíamos tenido un espacio de diálogo intercultural. Hemos pasado de explicar las cosas normativas y técnicas muy arriba, a poder concretizarlo a cómo se vive en el día a día de cada uno de los ciudadanos o ciudadanas. Esa parte de ese proceso, que ha sido un proceso de cómo la dirección ha hecho un cambio técnico, de cómo explicar el cambio climático, ha sido uno de los grandes aprendizajes que hemos tenido.

Si intentamos llevar la NDC a lo específico de las poblaciones indígenas, ¿cuáles son los principales impactos que están teniendo, o cuáles las principales acciones que pueden hacer las poblaciones indígenas para luchar contra el cambio climático en el Perú?

Creo que el proceso de consulta les ha dado nuevas perspectivas. Antes pensaban que las NDCs que podían implementar estaban circunscritas a bosques. Después del proceso de reglamento tienen claro que pueden trabajar ecosistemas y aguas, que están cercanos a ellos y a ellas, así que han ampliado su espectro. Y han conocido mecanismos que no conocían, o sea, el proceso del reglamento, la consulta previa, se acerca, por ejemplo, al mecanismo REDD [1]que solamente lo conocían algunos amazónicos, no todos los demás. Entrar en el diálogo les ha hecho reconocer que puede haber procesos REDD no solamente en la Amazonía sino también en las zonas andinas y costeras.

¿Cuál sería la finalidad o importancia de contar con una plataforma nacional climática indígena en el Perú?

La primera finalidad es que exista un espacio en que todos los pueblos indígenas hagan un intercambio de saberes, porque están localizados en diferentes lados del Perú. Lo segundo es que los fortalezca en la acción climática: unos tienen saberes que no tienen otros, y este espacio de unión les va a permitir trabajar en conjunto. Lo tercero es que ellos quieren trabajar desde sus conocimientos previos y sus saberes ancestrales; por ejemplo, la siembra y cosecha de agua, que es una medida en la NDC, es un saber ancestral de los pueblos indígenas andinos, que ahora han podido compartir con los amazónicos, y explicarles cómo han hecho todo este trabajo previo.

Esa parte de intercambio nos pareció muy interesante, pero sobre todo que se trata de un intercambio basado en la particularidad: los andinos y los amazónicos encontrándose y confluyendo con medidas que ya tenían previas. Y la otra es toda la parte de adaptación de los pueblos costeros, que no han podido antes conectarse con otros pueblos indígenas para poder intercambiar y conocer cómo ellos han identificado su vulnerabilidad frente al cambio climático.

¿Cómo se puede construir una plataforma indígena en la región, a nivel latinoamericano?

Ahí tenemos un gran reto porque lamentablemente las plataformas dependen mucho de cómo el país apuesta por la participación indígena en la gestión integral del cambio climático, que es muy diferente a generar solamente eventos. Aquí tenemos el reto de que toda la región vea la importancia, no solamente de que participen, sino de que actúen, que tengan propuestas de NDCs desde los pueblos indígenas, y que el estado las acompañe. Es el reto de generar una red internacional que permita consolidar una plataforma climática indígena regional. Creemos que hay posibilidad con Ecuador, Nicaragua y Bolivia de comenzar a construir esto, pero sobre todo lo interesante es que los pueblos indígenas van a tener un punto de encuentro que se tiene que relacionar con otros espacios de encuentro que ya tenían, como el FILAC -el fondo indígena para Latinoamérica y el Caribe-. Tienen que encontrar la manera de articularse para poder presentar una plataforma regional. Yo creo que la plataforma nacional es un proceso que está a mediano plazo, y que pasa por cómo los diferentes países se comprometan a impulsarlo desde su propio espacio

¿Cómo podría Euroclima+ apoyar este avance a promocionar la participación indígena en el Cambio climático?

Hay una parte interesante porque para que la plataforma regional funcione, tiene que funcionar todo un movimiento nacional. Pueden suceder dos cosas: puede pasar como en Perú, que comenzó algo como relacional y después nos encontramos con la de Bolivia, en la que ya comienza a ser un interaprendizaje; o puede resultar que desde el plan original se impulse la participación nacional. Creo que de esta manera podemos hacer que Euroclima+ visibilice esta plataforma nacional, el trabajo, y muchos países se vayan sumando en el proceso.

[1] Reducing Emissions from Deforestation and Forest Degradation (REDD+)

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