El Pacto Climático de Glasgow reconoce la importancia de la agricultura, los bosques y la biodiversidad

Glasgow, 11 de noviembre 2021 - El Pacto de Glasgow dio un impulso nuevo a los esfuerzos de reducir las emisiones de gases a efecto invernadero (GEI) a corto plazo y limitar el aumento

de la temperatura promedio en 1,5°C. Entre otras novedades, reconoce la importancia de la agricultura, los bosques y la biodiversidad en la lucha frente al cambio climático. 

En este sentido, el Programa EUROCLIMA+ contribuyó con varios eventos paralelos que hicieron énfasis en la importancia de los bosques y ecosistemas que aseguran los medios de vida en América Latina, así como de la agricultura y la ganadería resilientes al cambio climático y bajas en carbono. EUROCLIMA+ también participó en el Centro Mundial de Innovación sobre el Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas con dos sesiones.

El Pacto de Glasgow: ¡Ahora es momento de actuar!

El Pacto de Glasgow, aprobado en la 26ª Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), celebrada en esta ciudad del 30 de octubre al 13 de noviembre, dio un impulso a los esfuerzos de reducción de emisiones de GEI a corto plazo para limitar el aumento de temperatura promedio a 1,5°C, movilizar financiamiento climático público y privado y apoyar a las comunidades para su adaptación al impacto climático. Gobiernos y empresas buscaron acuerdos de colaboración novedosos para detener la deforestación, acelerar la restauración e incentivar el cambio hacia unas prácticas de agricultura y uso de la tierra sostenibles, más atractivas, accesibles y asequibles que las alternativas convencionales no sustentables. Países cuya economía depende de la agricultura y cuyos recursos naturales, podrán contar ahora con mayor apoyo para sus procesos de transformación hacia economías y sociedades resilientes al cambio climático; mientras que la reducción de las emisiones de GEI aún no avanza tan rápido como esperado por ellos, por falta de compromisos más fuertes (COP26 2021a, COP26 2021b). Si estas declaraciones no se llevan a la acción, podrían quedar en palabras vacías, tal como ya ha sucedido con otras declaraciones en el pasado, como por ejemplo la Declaración de Nueva York sobre Bosques de 2014, que ha mostrado poco progreso. 

El Pacto de Glasgow incluye compromisos nuevos hacia políticas agrícolas sostenibles y menos contaminantes por parte de veintiséis países de los cinco continentes. También proponen invertir en la ciencia necesaria para proteger un suministro de alimentos resiliente a los efectos del cambio climático. A modo de ejemplo, encontramos el plan de Brasil para ampliar su programa de Agricultura baja en Carbono a 72 millones de hectáreas, que podrá ahorrar mil millones de toneladas de emisiones para 2030. 

Con este pacto, por primera vez, los países logran un acuerdo sobre la reducción progresiva de la energía del carbón. Aunque muchos países habían llegado a la conferencia con la expectativa de un compromiso mucho más fuerte – cesar esta fuente fósil de energía – el acuerdo supone al menos mantener vivo valores cerca de la meta de 1,5°C. Con las medidas de Glasgow se espera mantener el calentamiento en 1,8 °C. No obstante, con escenarios de emisiones promedios el mundo sigue en ruta hacía valores cerca de 2,7 °C. Por ello, los países más vulnerables a los efectos de cambio climático mostraron su decepción sobre el acuerdo, ya que la presión climática que sufren va a empeorar por más tiempo. 

En lo que sí hubo unanimidad fue en que los gobiernos de los países acordaron revisar y fortalecer sus objetivos de emisiones actuales hasta 2030 no más tarde de finales de 2022, y contribuir con herramientas para concertar los esfuerzos globales e inmediatos necesarios. De esta manera, el 90% del mundo está ahora cubierto por objetivos netos cero, mientras que hace 2 años, solo el 30% de los países contaban con este objetivo (COP26 2021a). 

Otra cuestión que recibió más atención que en ocasiones anteriores fue el abordaje de las pérdidas y los daños causados ​​por los impactos, actuales y futuros, del cambio climático, lo que ha supuesto un incentivo para los países más vulnerables a la hora de aceptar los acuerdos de Glasgow. No obstante, para muchos de estos países, este abordaje es también insuficiente. En este contexto, se acordó el compromiso para aumentar el apoyo financiero a través del Fondo de Adaptación de manera significativa: los países desarrollados deberán duplicar su apoyo a los países en desarrollo para 2025. 

Proteger, conservar y restaurar la naturaleza

Los compromisos asumidos en la conferencia ayudarán a implementar la Declaración de los Líderes de Glasgow sobre Bosques y Uso de la Tierra, que ahora cuenta con el respaldo de 141 países que cubren un 91% de los bosques del mundo. La Declaración tiene como objetivo detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra para 2030. 

Este acuerdo, junto con un fortalecimiento del Fondo de Adaptación y el reconocimiento de avanzar en los acuerdos en el tema de pérdidas y daños, es crucial para transformar el sector agropecuario hacía sistemas productivos resilientes al cambio climático que promueven la seguridad alimentaria en los países vulnerables. Se da el reconocimiento necesario y se enfatiza la importancia de “proteger, conservar y restaurar la naturaleza” y su biodiversidad para mantener el ciclo hidrológico, la fertilidad de los suelos, el aire limpio y la base de diversidad de alimentos que da el sustento al bienestar de la humanidad.

Cabe mencionar que esta es una una nueva acción en el proyecto que es la resocialización de los privados de libertad al enseñarles nuevas técnicas de producción de arroz resilientes a los cambios climáticos y mitigando la emisión de GEI.

EUROCLIMA+ posiciona las Soluciones basadas en Naturaleza y la Agricultura en la COP26 

En esta edición de la COP el programa EUROCLIMA+ estuvo presente en varios eventos paralelos en los que hizo énfasis en la importancia de los bosques y ecosistemas que aseguran los medios de vida en América Latina, así como de la agricultura y ganadería resilientes al cambio climático y bajas en carbono.  

1. Soluciones basadas en la Naturaleza 

Con enfoque en la importancia de la naturaleza para los medios de vida y la economía de la región, panelistas del evento “Escalando las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) en las políticas públicas de América Latina y el Caribe” resaltaron los siguientes aspectos y puntos de entrada (EUROCLIMA+ 2021b,c):

“Hay una fuerte presencia del enfoque de las SbN en la actualización de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), que son instrumentos de desarrollo de mediano plazo para los países. La mayoría de las naciones vinculan sus compromisos de manera explícita con este enfoque, tanto en sus metas de adaptación como de mitigación. Además, muchos de los compromisos contribuyen a generar las condiciones habilitadoras para la acción climática por medio de la naturaleza." Mauricio Luna, asesor de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH en el programa EUROCLIMA+.

"Nosotros sabemos que podemos contribuir a las NDC reduciendo la vulnerabilidad de la población mediante el fortalecimiento de la capacidad adaptativa con un enfoque de género y derechos humanos. A través de las medidas de Adaptación Basada en la Naturaleza (AbE) reforestamos distintas áreas con especies nativas, que ha permitido reducir el riesgo de inundaciones. Hemos contribuido a las NDC y podemos decir que las acciones forman parte de una estrategia más amplia que contribuye a las metas nacionales e internacionales frente al cambio climático.Alejandra Tenorio, coordinadora en PRONATURA México del proyecto EUROCLIMA+ “Articulando Agendas Globales desde lo Local.

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El Salvador tiene muy poca cobertura forestal y muchas áreas degradadas; contribuir a mejorar esa problemática es una de las prioridades en mitigación y adaptación, que a su vez responde a las prioridades del país. El desarrollo se dio en el contexto de un diálogo participativo con el gobierno nacional, regional, y con los propietarios de tierras que se reforestaron. El uso sostenible de los recursos debe de generar beneficios reales a nivel local para tener esa credibilidad y ganancia a lo largo del tiempo.Natalia Gonzales, coordinadora del Instituto ICCO Cooperación del proyecto EUROCLIMA+  “Cadenas de Valor Forestal”.

Las comunidades están apostando por fortalecer el aprovechamiento de la castaña e incrementar los ingresos a través de otros recursos del bosque, que constituyen las principales medidas de adaptación, mitigación, y permiten valorar el bosque. Hemos rescatado lecciones aprendidas de iniciativas ya existentes, además hemos puesto experiencias piloto, implementado sistemas de monitoreo, que ha derivado a la constitución de un Observatorio de Frutos Amazónicos y Cambio Climático.” Luis Arteaga, coordinador del proyecto EUROCLIMA+ Bosques Amazónicos y Cambio Climático.

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De izquierda a derecha y de arriba abajo: Alejandra Tenorio (PRONATURA México), Luis Arteaga (Conservación Amazónica), mesa del evento y Thora Amend (consultora GIZ y facilitadora del panel).

 

 

 Nosotros sabemos que podemos contribuir a las NDC reduciendo la vulnerabilidad de la población mediante el fortalecimiento de la capacidad adaptativa con un enfoque de género y derechos humanos. A través de las medidas de Adaptación Basada en la Naturaleza (AbE) reforestamos distintas áreas con especies nativas, que ha permitido reducir el riesgo de inundaciones. Hemos contribuido a las NDC y podemos decir que las acciones forman parte de una estrategia más amplia que contribuye a las metas nacionales e internacionales frente al cambio climático.” Alejandra Tenorio, coordinadora en PRONATURA México del proyecto EUROCLIMA+ “Articulando Agendas Globales desde lo Local”.

El Salvador tiene muy poca cobertura forestal y muchas áreas degradadas; contribuir a mejorar esa problemática es una de las prioridades en mitigación y adaptación, que a su vez responde a las prioridades del país. El desarrollo se dio en el contexto de un diálogo participativo con el gobierno nacional, regional, y con los propietarios de tierras que se reforestaron. El uso sostenible de los recursos debe de generar beneficios reales a nivel local para tener esa credibilidad y ganancia a lo largo del tiempo”. Natalia Gonzales, coordinadora del Instituto ICCO Cooperación del proyecto EUROCLIMA+ “Cadenas de Valor Forestal”.

2. Financiamiento para el sector agropecuario 

Los países latinoamericanos han incluido al sector agropecuario entre sus prioridades nacionales de acción climática, no solo de mitigación sino también de adaptación, urgentemente requerida para sostener los medios de vida de su población. 

Para esto, se requiere aumentar el flujo de financiamiento climático en por lo menos 10 mil millones de dólares anuales exclusivos para este sector, provenientes de fuentes internacionales y nacionales, como resaltó Muhammad Ibrahim, director general del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), en su discurso de bienvenida al evento “América Latina busca financiamiento para la transformación resiliente al clima de su sector agropecuario”, organizado conjuntamente por Expertise France, el CATIE y GIZ.

El diseño de propuestas para fondos internacionales climáticos requiere formación profesional y articulación interinstitucional para desarrollar acciones sustanciales que permitan la implementación de políticas sectoriales que apoyan la transición hacia economías bajas en carbono y sociedades resilientes en cumplimiento de sus contribuciones determinadas a nivel nacional.

El evento, moderado por Andrea Schloenvoigt, experta senior de Expertise France, reunió un panel de expertos de alto nivel, integrado por los ministros de agricultura y ganadería de Costa Rica, el señor Renato Alvarado -acompañado por la señora Karla Mena-, y de Panamá, el señor Augusto Valderrama, la directora ejecutiva de la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra de Bolivia, la señora Angélica Ponce, acompañada por el señor Rodrigo Michel, de SWISSCONTACT Bolivia, y el representante del ministerio de agricultura y ganadería chileno, el señor Juan Arias.  

El programa EUROCLIMA+, a través de la cooperación de Expertise France y CATIE, viene fortaleciendo las capacidades de técnicos y profesionales de diferentes proyectos de países de América Latina para que estos puedan tener un acceso exitoso a los recursos financieros en la lucha climática, así como en temas de agricultura climáticamente inteligente, adaptación basada en la naturaleza, ganadería sostenible y baja en carbono, entre otros (EUROCLIMA+ 2021a). Durante el panel se presentaron las propuestas de notas conceptuales elaboradas por estos proyectos cuyos elementos clave son: mejorar eficazmente las prácticas, las estructuras organizativas y los entornos institucionales para la gestión del financiamiento climático.  

Las propuestas cubrieron enfoques innovadores, incluyendo soluciones basadas en la naturaleza, adaptación basada en ecosistemas, sinergias entre adaptación y mitigación y financiamiento climático inclusivo. En este sentido, los representantes de Bolivia resaltaron la revalorización de la agricultura familiar andina. Por su parte, el representante de Chile indicó el interés del país en acción climática y seguridad alimentaria para hacer resiliente el sector agrícola, pecuario y silvopastoril. En Costa Rica, se busca reforzar la innovación agropecuaria para fortalecer la resiliencia y la competitividad. En Panamá, el foco se pone en la implementación de sistemas integrales para cumplir con las NDC para una agricultura y ganadería sostenible y baja en carbono.

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Tras estas presentaciones, representantes de entidades acreditadas por el Fondo Verde del Clima, señora Sacha Trelles del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), señor Nelson Larrea del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y señor Miguel Méndez del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), afirmaron la buena disposición de sus instituciones para apoyar las propuestas y reconocieron la importancia de una cooperación estrecha entre las agencias y los actores nacionales que promueven los proyectos. También compartieron sus puntos de vista sobre oportunidades y desafíos para conseguir financiamiento sostenible, destacando que existe una gran brecha entre las necesidades de financiamiento climático de los países y las oportunidades existentes. Los procesos suelen ser burocráticos y hay gran complejidad de acceso a los fondos, pues existen distintos requisitos y eso dificulta el poder conectar las necesidades con las oportunidades.

Silvia Brugger, Coordinadora de Gobernanza Climática de GIZ en el programa EUROCLIMA+, explicó que cada sector agropecuario presenta sus propios desafíos y sus características particulares, algunas veces se trata de agricultores, productores locales, poblaciones indígenas, mujeres, lo cual requiere diferentes enfoques de adaptación que en ocasiones puede dificultar atraer la inversión. Por eso, es necesario facilitar espacios de diálogo con los actores del sector financiero, escuchar las experiencias de entidades como IICA, CAF y BCIE, para así conocer sus requisitos y oportunidades de apoyo para la estructuración de proyectos y poder realmente cerrar las brechas existentes, concluyó. 

La agricultura de América Latina en el Centro Mundial de Innovación sobre el Cambio Climático

El Centro Mundial de Innovación sobre el Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (UGIH, por sus siglas en inglés) fue lanzado en noviembre de 2021, en el marco de la COP26, con el objetivo de promover innovaciones transformadoras para un futuro bajo en emisiones y resiliente al clima. El Centro amplía el espacio de innovación mundial facilitando soluciones que apoyan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con el clima y que abordan las necesidades humanas básicas de alimentación, vivienda, movilidad y acceso a través de cadenas de valor alternativas alineadas con esos ODS. 

Acogido por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Centro Mundial de Innovación aprovecha el poder de convocatoria y el liderazgo climático de las Naciones Unidas con el dinamismo del sector privado. El Centro proporciona a una comunidad interdisciplinaria mundial de prácticas un espacio físico-virtual para compartir ideas y diseñar soluciones climáticas en un espíritu de colaboración radical. EUROCLIMA+ participó también en el UGIH, con la organización de dos sesiones enfocadas en el sector agroalimentario. 

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Izquierda a derecha: Rodrigo Michel de SWISSCONTACT en Bolivia, Pilar Galán y Claudia Cordero de GIZ/EUROCLIMA+, Stef de Hann, Centro Internacional de la Papa; en la mesa: Carlos Ruíz-Garvia, gerente del UN Climate Change Innovation Hub.

 

 

  

En una primera sesión, sobre “Cultivos resilientes al clima para la seguridad alimentaria y los medios de vida futuros” se reunió a especialistas sobre sobre la biodiversidad de cultivos y tecnologías para la adaptación de la agricultura hacia la resiliencia climática, centrándose en las comunidades de pequeños agricultores. El panel fue presidido por Judith Batchelar, asesora especial en Responsabilidad Corporativa y Sostenibilidad (CR&S) y Asuntos Públicos en Sainsbury plc, y contó con la participación de Claudia Cordero, asesora de GIZ para EUROCLIMA+, Aaron Davis, del Real Jardín Botánico de Kew, Londres, la Dra. Sandra Knapp del Museo de Historia Nacional de Londres y el doctor Richard Randle-Boggis, de la Universidad de Sheffield (UNFCCC 2021). 

Desde EUROCLIMA+, se compartió la experiencia del proyecto regional Papa, Familia y Clima (“Biodiversidad y mejores prácticas en agricultura climáticamente inteligente para mejorar la resiliencia y productividad de la agricultura familiar en los sistemas alimentarios andinos basados en papa”) y cómo las metodologías aplicadas pueden ser replicadas en diferentes contextos y cultivos para promover las transformaciones de la agricultura climáticamente inteligente. El proyecto, co-financiado por EUROCLIMA+ e implementado por el Centro Internacional de la Papa y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura en tres países de la región andina (Bolivia, Ecuador y Perú), entre 2019 y 2021, analizó las condiciones productivas de los cultivos de papa en el contexto del cambio climático en el altiplano andino, aplicando la herramienta Cool Farmer Tool para las decisiones en finca que deben aumentar la resiliencia de los sistemas agroalimentarios basados en papa. 

La transición hacia una agricultura climáticamente inteligente en estos países necesita identificar a los agentes del cambio en los sectores climático, agrícola y alimentario. Los agricultores son actores clave ya que las medidas implementadas en las fincas pueden cumplir una triple función: reducir los impactos del cambio climático, transformar los sistemas agroalimentarios y mejorar los medios de vida de las poblaciones rurales.

Durante la sesión “Necesidades básicas de nutrición y salud en la región andina” se trató sobre los de la crisis sanitaria y se puso de manifiesto la importancia de la innovación en los sistemas agroalimentarios para mejorar las condiciones de salud y nutrición de una población creciente, que se espera llegue a 10 billones de personas al 2050. Frente a esto, se presentaron dos experiencias de proyectos del programa EUROCLIMA+ en el sector Producción Resiliente de Alimentos: “Promoviendo la herencia de nuestros ancestros: producción, comercialización y consumo de Cañahua y Tarwi”, y “Papa, Familia y Clima”. 

En la región andina, el programa EUROCLIMA+ apoya proyectos para mejorar los sistemas agroalimentarios basados en estos cultivos ancestrales a través de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes, que son esenciales en la dieta de la población y una fuente de ingresos agrícolas. Estas experiencias proporcionan alternativas, por un lado, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la agricultura y, por otro, para innovar los sistemas de producción y comercialización, incrementando una producción diversificada de alimentos nutritivos y saludables, que acceden a nuevos mercados diferenciados y promueven un consumo consciente, mientras se protege la agrobiodiversidad.

Los ejemplos presentados en la COP26 subrayan la importancia de las acciones climáticas en el sector agropecuario para asegurar el bienestar humano en América Latina. La alta dependencia de este sector de ecosistemas sanos y funcionales no deja ninguna duda. Que más de 130 países estén ya comprometidos con frenar la deforestación de los bosques hasta 2030 ha marcado un hito clave, no solo para las economías de los países más vulnerables. 

Conclusiones sobre agricultura en Glasgow

La COP26 concluye con logros pertinentes para la agricultura sostenible y otros usos de suelos (COP26 2021b):

  • 45 gobiernos prometen acciones e inversiones urgentes para proteger la naturaleza y cambiar a formas de agricultura sostenibles.
  • 95 empresas de alto perfil de una variedad de sectores se comprometen a ser “positivas para la naturaleza”, y acordaron trabajar para detener y revertir el declive de la naturaleza para 2030.

Durante su discurso de clausura, el presidente de la COP26, Alok Sharma, resumió la importancia del sector:

“Si vamos a limitar el calentamiento global y mantener vivo el objetivo de 1,5°C, entonces el mundo necesita usar la tierra de manera sostenible y poner la protección y restauración de la naturaleza en el centro de todo lo que hacemos.

Los compromisos asumidos hoy muestran que la naturaleza y el uso de la tierra están siendo reconocidos como esenciales para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y contribuirán a abordar las crisis gemelas del cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

El Banco Mundial se comprometerá a gastar USD 25 mil millones en financiamiento climático anualmente hasta 2025 a través de su Plan de Acción Climática, que incluye un enfoque en la agricultura y los sistemas alimentarios.

En una muestra de compromiso similar del sector privado, casi 100 empresas de alto perfil de una variedad de sectores se comprometieron a convertirse en “Nature Positive”. Los compromisos incluyen que los supermercados se comprometan a reducir su impacto ambiental en el clima y la pérdida de la naturaleza, y las marcas de moda garantizan la trazabilidad de sus materiales.

Representantes de comunidades indígenas y locales participarán en eventos durante todo el día de la naturaleza. Como administradores del 80% de la biodiversidad restante del mundo, los Pueblos Indígenas son líderes en cómo desarrollar soluciones basadas en la naturaleza, resilientes y efectivas al cambio climático.”

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