Sin igualdad de género e inclusión social, no podremos hablar de desarrollo sostenible en el siglo XXI

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La pandemia COVID19, nos ha dejado numerosas lecciones sobre las que reflexionar. Una de ellas ha sido el impacto negativo que la pandemia ha ejercido sobre las mujeres y especialmente,

de las más vulnerables, como las mujeres indígenas, campesinas, afrodescendientes, migrantes, y de otras identidades culturales minoritarias. Desde EUROCLIMA+ (EC+), trabajamos para la igualdad de género sin estigma ni estereotipos culturales. Para ello, EC+ cuenta con una Línea de Acción exclusiva para fomentar la equidad de género en las medidas de mitigación y adaptación al Cambio Climático en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas  (son reducciones previstas de las emisiones de gases de efecto invernadero en virtud de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).  El objetivo desde EC+ es el fortalecimiento de políticas, planes de acción y medidas que contribuyan a integrar el enfoque de género. Actualmente estamos acompañando al Gobierno de Perú desde el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y el Ministerio del Ambiente (MINAM); en la elaboración y validación de una propuesta metodológica para transversalizar el enfoque de género en las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático priorizadas por el Estado, en el marco de las NDC. Asimismo, se realizará un curso piloto sobre género y cambio climático, para formar a los funcionarios de dichas instituciones.

Las mujeres, adolescentes y niñas del mundo se merecen un futuro igualitario, sin violencias y con igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas. Para el logro de este objetivo, el mundo necesita, entre otras medidas, que las mujeres participen equitativamente en todas las instancias de decisión gubernamental y que ninguna ley las deje fuera.

Este año, tras la pandemia, se han constatado dos hechos: 1) el cambio climático nos afecta a todos y todas; 2) las consecuencias del impacto climático afectan de forma desigual con mayor intensidad e impacto a las personas más vulnerables, entre ellas, las mujeres.

Las mujeres realizan un enorme esfuerzo en cuidar de sus familiares, hogares, y de las comunidades en general, gestionando los recursos naturales de los que dependen para su alimentación, cobijo, calor, luz, hidratación, salud, en general de su supervivencia. ¿Os imagináis, caminar hasta 2 horas (o más) al día para recoger agua no potable, recoger leña que en pocas horas se consumirá y habrá que recoger más y más, recoger botellas y garrafas de plástico usadas como contenedores para portear el agua, lavarse con agua recogida en el río, no tener un grifo en casa, ni saneamiento, y todo ello, en plena pandemia COVID19?  Esta es la realidad de millones de mujeres y niñas de las zonas rurales del mundo.

Este año, hay que resaltar el trabajo colectivo y esfuerzo realizado por mujeres y niñas de todo el mundo en la recuperación ante la pandemia de COVID19, y señalar las diferencias que persisten entre mujeres y hombres, para que finalmente la brecha se cierre. El mundo no logrará un desarrollo sostenible sin la plena y efectiva equidad entre géneros en el siglo XXI, que será sin duda el siglo de las mujeres.

 

Teresa

 

 

 

 

 

 

Teresa Aguilar Serrano
Técnica Especialista Programa EUROCLIMA+
Fundación Internacional y para Iberoamérica
de Administración y Políticas Públicas · FIIAPP

 

 

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